Los 7 últimos días



Llegamos a Byron Bay justo a tiempo para encontrarnos con el pequeño ciclón que venía desde Brisbane, árboles caídos, coches aplastados, casas inundadas y vientos huracanados de N,S,E,O. Una pequeña brisa para los locales que a mi me los pone de corbata.
Estamos refugiados en el camping de Main Beach, son las 17:00 aprox y no hay electricidad. La caravana va de lado a lado, pero no tenemos árboles alrededor, así que mas o menos estamos a salvo.
-QUEREMOS LA PAELLA!!! QUEREMOS LA PAELLA!!!

-No puede ser!!!

Dos ciclistas enfundados en dos chubasqueros con una linterna en una bolsa. Son Gema y Camila.
-Paella??? tais chaladas!!!, pero habéis visto la que está cayendo?.

La casa de Gema está rodeada de agua, la lluvia ha desbordado el río y ha creído que era mejor salir de casa.
Así que después de unas risas continúan su camino y nosotros con nuestro carajillo de ron Bundaberg. (para algunos es horrible, pero para mis carajillos es de puta madre)

Al día siguiente sale el sol, pronosticaban olas de 7 metros, pero creo que no llegan a 2, así que es el momento de estrenar el traje que Yuna y Tales me han regalado, Muito Obrigado!!!.


En 3 horas he pillado 3 olas, empiezo en The Pass y acabo en Main Beach así que después de cada ola me toca caminar 15 minutos, pero bueno, ya tenía ganas de tirarme al agua.
Ya nos hemos despedido de todo el mundo, así que continuaremos el viaje.
Vamos de Free Camping en Free Camping. Carreteras interminables, kanguros y poca gente en el camino.
Compramos verduras y frutas en la carretera, son paraditas en las que hay bolsas con tomates, cebollas, naranjas, aguacates... un cartelito anuncia el precio, 1 bolsa 3$, 2 por 5$, hay una especie de hucha al lado donde dejas el dinero, nadie vigila. Funcionaría en España??. Yo creo que no...
Estamos a día 27, ya han pasado 4 días desde que dejamos Byron Bay y hoy celebramos que hace 14 años que nos aguantamos, así que compramos un kilo de gambas frescas, aquí no hay hucha. Son 20$ en mano. Durante el camino me voy pensando que hacer con las gambas y al final se me ocurre un plato. Tenemos 250gr de carne picada, 1 zanahoria, cebollas, patatas, ajos y un kilo de gambas.



Después de cocinar bajo la lluvia y cenar a la luz de las linternas y bla bla bla, you known todo el paripé ...
nos vamos a dormir. A ver si mañana llegamos a alguna playita, pero antes habrá que repostar, que no nos queda gasofa y el camino es largo y la carretera dura coma la vida misma.
Hay que ver lo que estamos sufriendo Eh??

7 de la mañana del día 28, el Barça ha guanyat la Champions, pero esto no lo sabremos hasta el dia 29. Se enciende la luz de la reserva, en la carretera no hay señales que anuncien ninguna gasolinera. Aunque Laura cree que en St. Lawrence habrá una. Llegamos al pueblo y efectivamente una señal indica que estamos salvados, parece un pueblo fantasma. La gasolinera es una tienda de comestibles con un pequeño surtidor en la entrada.
Hay un cartelito en el surtidor que dice:
“No fuel till Thursday”
Como no se que día es hoy entro a preguntar. En la puerta choco con una bestia de 1’95 y 250kg aprox.
-Véase Luchador de Sumo
-Véase Goblin de las Cavernas
Tiene una lata de Coca-Cola en la mano derecha que parece un llavero.
Le pregunto donde esta la próxima gasolinera y no me contesta, solamente me mira. Oigo una voz de pito detrás del Goblin, pero no consigo ver nada hasta que levanta el brazo para dar un trago a la cola, entre el brazo y la teta veo a Mamá-Goblin que me mira con cara de mala leche. Como veo que el Bebé-Goblin no me hace mucho caso me dirijo a Mamá-Goblin que esta despachando a un camionero, sólo hay dos tiendas en el pueblo y se oyen burras-diesel en todas las casas, por lo visto los cortes de electricidad son frecuentes en St. Lawrence.
Mamá-Goblin me dice que la gasolinera mas cercana está a 20Km, pero que como no hay electricidad los surtidores no funcionan así que tendríamos que ir hasta Sarina a 60Km.
No llegamos ni de coña, como máximo tenemos para 5Km. Le pregunto que para cuando espera tener gasolina, se me queda mirando durante 5 segundos y me dice que me espere. Hace una llamada, mientras ella habla por teléfono Bebé-Goblin y yo intercambiamos sonrisas, bueno la verdad es que yo sonrío, el sólo me mira inexpresivo. A las 12 llega el suministro dice Mamá-Goblin. Perfecto, le digo, ya volveré mas tarde.
Hay una zona de picnic al lado, tiene duchas, lavabos y barbacoa. Laura aprovecha para ir a correr y yo me siento a leer debajo de el único árbol que hay en el “complejo”. Nos duchamos y desayunamos gambas a la plancha con olivas y unas birras.
A las 12 volvemos a la gasolinera. Una ranchera que remolca una caravana de los años 70 está parada delante de la tienda-surtidor, de ella sale Cocodrilo Dundee -parte 8- está un poquillo mas delgado que en la 1a y 2a parte, media melena, lleva una gorra gastada y cojea de la pierna izquierda. Me estoy liando un cigarrillo y me saluda, hablamos durante 15 minutos y al acabar me doy cuenta de que lo único que me ha quedado claro es que el tampoco tiene gasolina.
Son las 14:00 y no hay señal del camión cisterna. No nos quedan provisiones así que entro en la tienda y veo que también hay un Papá-Goblin que me sonríe y veo que le faltan los dos piños de delante (las paletas, si), es un poquito mas bajito que el Bebé-Goblin, pero sus tetas son mas grandes. Me doy una vuelta por la tienda, verduras, conservas, carne en lata y una sección de libros usados, novelas románticas con galanes horteras en la portada, en la última estantería hay un ejemplar de “El Fugitivo” como ya me estoy acabando “The Hobbit”, uno de mis libros favoritos, que lo encontré en una tienda de libros usados en Christchurch (NZ). Decido comprármelo junto con una bolsa de patatas.
Mamá-Goblin me pide disculpas por la tardanza, yo le digo que no pasa nada y que ahora ya tengo un libro para pasar el rato. Se ríe y me dice que puedo quedarme con el libro así que le doy las gracias y le pago las patatas.
A la salida veo que Cocodrilo Dundee -parte 8- se ha juntado con Papá-Goblin y Bebé-Goblin, se ve que hay una buena conversación de la que consigo pillar 3 palabras “Technology-Unuseful-Expensive”. Los tres se dirigen a la caravana de Cocodrilo Dundee, que saca un panel solar que tiene enchufado a una batería. Papá-Goblin y Bebé-Goblin alucinan cucumbers con el despliegue tecnológico.
Ya son las 17:00 y llega un camión... SIIIIIIIII!!!!!! es el camión cisterna, prueba superada.